Introducción: La Amenaza Impensable
Es el escenario de pesadilla de la era moderna, un evento de baja probabilidad pero de altísimo impacto que ha alterado para siempre nuestra percepción de la seguridad en los espacios públicos. Un incidente de tirador activo —un individuo que intenta activamente matar a personas en un área confinada y poblada— es una crisis de una naturaleza única. No es un robo. No es una toma de rehenes. El objetivo del atacante es simple y terrible: maximizar el número de víctimas.
En una situación tan extrema, donde la ayuda policial puede tardar minutos cruciales en llegar, la supervivencia a menudo depende de las decisiones y acciones de las personas que se encuentran en la escena. Esperar instrucciones o quedarse paralizado por el miedo no es una opción viable. Afortunadamente, años de análisis de estos trágicos eventos han dado lugar a un protocolo de respuesta simple, claro y fácil de recordar, promovido por agencias de seguridad de todo el mundo: Correr, Esconderse, Luchar (Run, Hide, Fight).
Este no es un conjunto de reglas rígidas, sino una jerarquía de opciones de supervivencia. Comprender este protocolo y, lo que es más importante, visualizar cómo lo aplicaría en los lugares que frecuenta (su oficina, un centro comercial, un cine) es una de las preparaciones mentales más importantes que puede hacer. Este artículo desglosará cada componente de este protocolo vital.
AVISO IMPORTANTE: Este es un tema difícil. El objetivo de esta guía no es causar miedo, sino empoderar a través de la preparación. Tener un plan puede reducir el pánico y aumentar drásticamente sus posibilidades de supervivencia.
1. La Prioridad #1: CORRER (Evacuar)
Si existe una ruta de escape segura y accesible, su primera y mejor opción es siempre evacuar.
- Cuándo Correr:
- Si tiene una ruta de escape clara y puede llegar a ella sin exponerse al atacante.
- No importa si los demás están de acuerdo o no. Su seguridad es su responsabilidad.
- Cómo Correr:
- Deje sus Pertenencias: No pierda tiempo recogiendo sus cosas. Su vida es más importante que su portátil o su bolso.
- Ayude a Otros a Escapar, si es Posible: Anime a otros a ir con usted, pero no deje que su indecisión le detenga.
- Manténgase Fuera de la Línea de Visión del Tirador: Muévase rápidamente, pero use el entorno (columnas, paredes, coches) para ocultar su movimiento.
- Una Vez Fuera, Siga Corriendo: No se detenga justo fuera del edificio. Aléjese lo más posible y busque una barrera sólida (cobertura).
- Llame a Emergencias Cuando Esté a Salvo: Una vez que esté en un lugar seguro, llame a los servicios de emergencia. Proporcione la ubicación del tirador, el número de tiradores (si lo sabe), una descripción física y el tipo de armas que puedan tener.
2. La Opción #2: ESCONDERSE (Aislarse y Atrincherarse)
Si la evacuación no es una opción segura porque el tirador está entre usted y la salida, su siguiente prioridad es ponerse fuera de su vista y crear una barrera.
- Cuándo Esconderse:
- Cuando no puede evacuar de forma segura.
- Cómo Esconderse (El Protocolo de «Aislar y Atrincherar»):
- Encuentre una Habitación Segura: Busque una habitación que pueda ser cerrada con llave desde el interior (una oficina, un almacén, un aula). Evite las habitaciones con grandes ventanas de cristal o paredes delgadas.
- Apague las Luces y Silencie su Teléfono: Apague las luces de la habitación y silencie completamente su teléfono (incluida la vibración).
- Cierre y Bloquee la Puerta: Cierre la puerta con llave.
- Atrinchere la Puerta: Esta es la acción más crítica. Use todo lo que tenga a mano para crear una barricada masiva contra la puerta: escritorios pesados, archivadores, sillas, impresoras. El objetivo es hacer que la entrada sea lo más difícil y lenta posible. Un tirador activo busca objetivos fáciles; una puerta atrancherada a menudo le hará seguir de largo.
- Aléjese de la Puerta y Póngase Fuera de la Vista: Agáchese o acuéstese en el suelo, lejos de la puerta y de las ventanas, idealmente detrás de algo que pueda ofrecer algo de cobertura (un escritorio de metal, un archivador).
- Mantenga un Silencio Absoluto: No hable. No haga ruido.
3. La Opción #3: LUCHAR (El Último Recurso)
Esta es la opción final y más peligrosa, a ser utilizada solo como un último recurso absoluto cuando su vida está en peligro inminente y no puede correr ni esconderse.
- Cuándo Luchar:
- Cuando el tirador entra o está a punto de entrar en su espacio seguro y no tiene otra opción.
- Cómo Luchar (La Mentalidad de la Violencia de Acción):
- Comprométase Totalmente: Si debe luchar, debe hacerlo con una agresión abrumadora y comprometida. No hay medias tintas. Su vida depende de ello.
- Use Armas Improvisadas: Cualquier cosa puede ser un arma: un extintor de incendios, una silla, un ordenador portátil, unas tijeras, un cinturón.
- Ataque en Equipo (si es posible): Si hay otras personas con usted, actúen juntos. Un ataque coordinado desde múltiples ángulos es mucho más eficaz.
- Ataque los Puntos Vulnerables: Apunte a la cabeza, los ojos, la garganta. El objetivo es incapacitar al tirador de la forma más rápida y decisiva posible.
- Cree el Caos: Grite. Lance objetos. Cree una distracción. Interrumpa su ciclo OODA.
La Interacción con la Policía
Cuando las fuerzas del orden lleguen, la escena seguirá siendo caótica.
- Siga sus Instrucciones al Pie de la Letra.
- Mantenga sus Manos Visibles y Vacías en Todo Momento.
- No Corra Hacia Ellos. Deje que se acerquen a usted.
- Informe con Calma: Proporcione la información que tenga sobre la ubicación y descripción del tirador.
Conclusión: La Preparación Mental es Supervivencia
El protocolo «Correr, Esconderse, Luchar» es una herramienta poderosa porque es simple y adaptable. Le proporciona un árbol de decisiones claro en una situación que de otro modo sería paralizante.
Su tarea ahora no es vivir con miedo, sino con preparación. La próxima vez que esté en su oficina, en un cine o en un centro comercial, tómese 30 segundos para hacer un ensayo mental. ¿Dónde están las salidas? (Correr). ¿Cuál sería una buena habitación para atrincherarse? (Esconderse). ¿Qué podría usar como arma improvisada? (Luchar).
Este simple ejercicio mental, realizado de vez en cuando, construye las vías neuronales que su cerebro necesitará en una crisis. Transforma el pánico en un plan y le da la mejor oportunidad posible de sobrevivir a lo impensable.